MADRID,
La empresa española Europlá ha provocado controversia al ofrecer entre sus servicios esparcir las cenizas de difuntos junto a fuegos artificiales. ¿Pero un católico puede disponer ese uso para sus cenizas?
Europlá se sitúa en la ciudad de Valencia, España, donde la tradición de los fuegos artificiales y los truenos de mascletás (serie de petardos que producen mucho ruido) son una tradición arraigada, especialmente en las fiestas de las Fallas que se celebran entorno al día 19 de marzo.
Según informa la agencia EFE, este "rito funerario" cuesta entre 500 y 1.000 euros y la empresa Europlá tiene unos diez "disparos" de cenizas al año.
¿Puede un católico disponer así de sus cenizas?
El P. Ángel Rodríguez Luño, consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano, ya ha advertido, en entrevista con ACI Prensa, que "la Iglesia anima a que las cenizas se conserven en el cementerio o en un lugar sagrado".
Por lo que la conservación en casas, esparcirlas en el mar o, como es este caso, arrojarlas junto a fuegos artificiales, "no está de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y no es coherente con la tradición cristiana", explicó el P. Rodríguez Luño a ACI Prensa con motivo de la publicación de la instrucción "Ad resurgendum cum Christo" en el año 2016, en donde se explicaban algunas normas sobre la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación.