MADRID,
Alberto José González tiene 50 años, está casado y tiene dos hijas, es policía retirado y desde hace casi tres meses es el primer diácono permanente de la ciudad de Gijón (España).
Según explicó en una entrevista en el diario El Comercio, tanto en el Cuerpo Nacional de Policía como en el sacerdocio "se presta un servicio al pueblo y esa es precisamente mi vocación. Ya sea como policía o como diácono".
Alberto José asegura que siempre ha sido creyente y que desde su juventud "siempre le llamó enormemente la atención todos los grandes misterios, como la vida, el universo o lo relacionado con Dios".
Tras unos problemas de salud que le impidieron continuar su trabajo como policía decidió jubilarse de manera anticipada.
Fue durante el tiempo que estuvo de baja por enfermedad cuando comenzó a madurar la posibilidad de ordenarse como diácono permanente. Asegura que una vez que decidió ordenarse diácono "habría seguido adelante aunque no se hubiere jubilado".
Una "intensa conversación" con el sacerdote Manuel Viego fue decisiva para tomar la decisión de ser diácono.