VATICANO,
El Papa Francisco se reunió este lunes 12 de marzo en el Palacio Apostólico del Vaticano con un grupo de políticos y parlamentarios de la provincia francesa de Marsella ante los que puso en valor el lema de la República Francesa: libertad, igualdad y fraternidad.
El Santo Padre destacó "la estima de la Iglesia Católica por el compromiso político cuando éste está motivo por la voluntad de crear las condiciones favorables para vivir juntos respetando las diferencias, permaneciendo pendientes de las situaciones de precariedad, y pendientes de las personas más frágiles".
"En vuestros territorios, como en otros muchos lugares, afrontáis problemas que constituye para vosotros, en el ejercicio de vuestra misión, numerosos desafíos". Entonces, recordó una frase de la encíclica Laudato si': "En efecto, 'la grandeza política se muestra cuando, en los momentos de dificultad, se trabaja sobre la base de grandes principios, y pensando en el bien común a largo plazo".
"La historia de vuestras regiones, fuertemente marcadas por la dimensión mediterránea, atestigua la riqueza de la diversidad que son reales potencialidades para el ámbito humano, económico, social, cultural y también religioso. Y es, incluso, más importante, –sobre la base de los principios de subsidiariedad y de solidaridad, en un gran esfuerzo de diálogo político y de creación de consenso–, tener en el corazón la búsqueda del desarrollo integral de todos".
En esta perspectiva, "los valores de libertad, de igualdad, de fraternidad constituyen las fortalezas y un horizonte para el ejercicio de la responsabilidad. Ante los problemas de la sociedad, es también necesario hacerse promotores de un verdadero debate sobre los valores y las orientaciones reconocidas como comunes a todos".
En dicho debate, explicó el Papa, "los cristianos están llamados a participar con los creyentes de todas las religiones, y con todos los hombres de buena voluntad, con el fin de favorecer el desarrollo de una cultura del encuentro".