REDACCION CENTRAL,
San Pio de Pietrelcina era muy devoto de Nuestra Señora de Fátima y, en 1959, cuando estaba gravemente enfermo y postrado en cama, rezó ante una imagen de la virgen peregrina ubicada en Italia y recibió la gracia de la curación de parte de la Madre de Dios.
El Padre Pío se enfrentó a una dura enfermedad cuando tenía 72 años. Todo comenzó en abril de 1959 cuando resultó gravemente abatido por una pleuresía.
El santo fue tan afectado por la enfermedad que tuvo que dejar de atender confesiones, dar la bendición con el Santísimo Sacramento a los fieles y celebrar la Misa. En mayo, sufrió una fuerte recaída.
Sin embargo, todo empezó a cambiar a partir de agosto, día en que la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima llegó en un helicóptero a San Giovanni Rotondo.
La imagen llegó a Italia para recorrer algunas localidades, entre ellas Foggia, pero el Padre Pío no podía participar debido a su enfermedad. No obstante, la programación de la peregrinación cambió y la imagen de la Virgen llegó a San Giovanni Rotondo, perteneciente a la diócesis de Foggia.
De acuerdo a los informes, en la mañana del 6 de agosto el Padre Pío fue capaz de ir a la iglesia y se detuvo ante la imagen de Nuestra Señora de Fátima, pero tuvo que sentarse porque estaba agotado. La estatua fue bajada ante su rostro, le ofreció un Rosario y le besó los pies.