MADRID,
El P. Javier Luzón, sacerdote y ex exorcista de la Archidiócesis de Madrid, autor del libro "Las seis puertas del enemigo. Experiencias de un exorcista" explica que las "heridas en el seno materno" son daños que el bebé ha sufrido por falta de amor o cariño durante el tiempo de la gestación y que pueden ser una puerta que el demonio aprovecha para atacar a las personas.
El inconsciente y el mundo de los afectos son dimensiones del ser humano que gestan durante el embarazo del bebé, precisa el sacerdote y apunta a las numerosas referencias que existen en la Biblia al respecto: "Se hace referencia a que Juan Bautista saltó en el seno de su madre, también se dice: 'En el seno te consagré'... De esta manera se reconoce la importancia de la dimensión de la persona ya en el estado fetal, en los primeros meses de vida".
Sin embargo, según apunta el P. Luzón, en la cultura actual "solo le da importancia al pensamiento y se olvida de las demás dimensiones de la persona, por eso no se valora al bebé que se está gestando" y "para los racionalistas no se dan cuenta de que hay una actividad humana importantísima en la que el bebé (en el vientre de su madre) se está enterando de todo, pero no de manera racional, sino neuro-hormonalmente".
¿Qué son?
"Esas heridas pueden condicionar mucho a la persona y pueden servir a los diablos para atacar a la persona de manera extraordinaria", precisa el sacerdote y apunta que en las personas "que tengan heridas psicológicas no hay que descartar lo espiritual, porque muchas veces va unido. El enemigo aprovecha la debilidad psicológica de la persona para atacarla" de ahí que las "heridas afectivas que empiezan en la gestación de la persona sean tan importantes"
Según explica el P. Luzón, la oración de sanación de seno materno se basa el pasaje del Evangelio en el que Jesús le dice a Nicodemo que "si no renacemos en el agua y en el Espíritu no podemos entrar en el Reino de Dios".