BUENOS AIRES,
El 28 de febrero de 1998 falleció el Cardenal Antonio Quarracino, que durante casi 8 años fue Arzobispo de Buenos Aires y Primado de Argentina, y que pidió que el P. Jorge Mario Bergoglio -al que llamaba "santito"-, fuera nombrado su Obispo Auxiliar.
Evangelina Himitián, autora de la biografía "Francisco, el Papa de la gente", relata que el Cardenal Quarracino quedó impresionado a finales de la década de 1980 cuando en Córdoba, participando de un retiro, conoció al entonces P. Jorge Mario Bergoglio.
"Conversaron y entablaron una relación. El Arzobispo se fue de Córdoba pensando que había encontrado a un talento", dijo a Himitián el P. Juan Carlos Caamaño, profesor de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA).
En 1990 el Arzobispo de Buenos Aires quiso que el P. Bergoglio, que se dedicaba en Córdoba a confesar después de servir durante varios años como Provincial de los jesuitas, fuera su Obispo Auxiliar.
Himitián cuenta en su libro que, dos años después, "en 1992 y cansado de que le filtraran a su candidato, Quarracino viajó a Roma y se entrevistó personalmente con el Papa Juan Pablo II. Le habló de Bergoglio y le pidió que lo nombrara obispo auxiliar".
Así, "el santito", como dice Himitián que Quarracino llamaba al P. Bergoglio, "salió de la esfera de obediencia a la Compañía de Jesús y se convirtió en obispo".