MIAMI,
Más gente necesita saber sobre el beato sacerdote holandés Titus Brandsma y su muerte heroica en un campo de concentración nazi, de acuerdo a un sacerdote de Florida (Estados Unidos), que dice que su intercesión llevó a una milagrosa curación del cáncer.
"Él era audaz. Él era valiente", dijo el P. Michael Driscoll, de 76 años, a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI.
"Él sabía cuando estaba en el púlpito si es que había gente entre los fieles tomando notas para los nazis sobre lo que estaría diciendo. Aun así, continuaba".
El P. Driscoll ha enfrentado sus propias luchas. Se le diagnosticó un melanoma avanzado en 2004. Poco después, alguien le dio un pequeño trozo del traje negro del beato Brandsma, que el sacerdote estadounidense se colocaba cada día sobre su cabeza.
Pasó por una cirugía mayor, en la que los médicos le removieron 84 ganglios linfáticos y una glándula salival. Luego, se sometió a 35 días de tratamiento de radiación.
Con todo, su cáncer tenía muy poca posibilidad de supervivencia: del 10 al 15% tras 10 años.