ROMA,
En una "medida sin precedentes", la Basílica del Santo Sepulcro fue cerrada de forma indefinida por los líderes cristianos de Tierra Santa para protestar contra los "cobros escandalosos" que pretende realizar el alcalde de Jerusalén; y una ley de expropiación que discutirá el Parlamento, en lo que "parece ser un intento de debilitar la presencia cristiana".
La basílica, donde según la tradición se encuentra la tumba de Jesús, fue cerrada a partir del mediodía. Fuera de sus puertas se encontraban el Custodio de Tierra Santa, P. Francesco Patton; el Patriarca de Jerusalén, Theophilos III; y el Patriarca Armenio de Jerusalén, Nourhan Manougian.
En un comunicado conjunto, los tres líderes que comparten la administración del lugar santo denunciaron "la campaña sistemática de abusos contra las iglesias y los cristianos", y que ha alcanzado "su punto álgido ya que se está promoviendo un proyecto de ley discriminatorio y racista que apunta únicamente a las propiedades de la comunidad cristiana en Tierra Santa".
La prensa internacional informó que el comunicado se refiere al proyecto de ley que permitiría al Gobierno de Israel expropiar terrenos a la Iglesias Católica y Ortodoxa.
"Este aborrecible proyecto de ley está listo para avanzar hoy en una reunión de un comité ministerial que, de aprobarse, haría posible la expropiación de las tierras de las iglesias. Esto nos recuerda todas las leyes de naturaleza similar que se promulgaron contra los judíos durante los períodos oscuros en Europa", denunciaron.
Además, indicaron, están los "avisos de cobro escandalosos y órdenes de confiscación" emitidos por el municipio de Jerusalén "por supuestas deudas de impuestos municipales punitivos".