Un día como hoy, 24 de febrero pero de 1208, San Francisco de Asís tomó la decisión de llevar una vida de pobreza, que con el tiempo devendría en la fundación de las Órdenes franciscanas.
Según recuerda la Curia General de la Orden de Frailes Menores Capuchinos, San Francisco, durante una Misa en la hoy Basílica de Santa María de los Ángeles en Asís (Italia), “escuchó las palabras del Evangelio sobre el envío de los apóstoles y las tomó como un mensaje enviado personalmente para él”.
Se trataba del capítulo 10 del Evangelio de Mateo, en el que el Señor envía a sus apóstoles y los instruye a no llevar “oro, ni plata, ni dinero en sus bolsas, ni alforja para el camino ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón”.
De acuerdo al sitio web franciscano, San Francisco comenzó así “una vida de pobreza extrema, dedicada a los anuncios itinerantes del Evangelio, especialmente el llamado a la penitencia”.
“Él vivió de lo que le ofrecían los habitantes de Asís, a los que comenzó a pedir yendo de puerta en puerta”.
Giovanni Bernardone, nombre de nacimiento de San Francisco, ya había iniciado su conversión pocos años antes.