El P. Llorente conversó el 21 de febrero con Radio FM Corazón y explicó que en 2015 él y la comunidad parroquial de Chepes, zona donde estaba la Escuela de Cadetes, denunciaron ante la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de la Rioja que siete cadetes, hombres y mujeres, fueron internados en el hospital a causa del entrenamiento.
Sin embargo, "el gobierno provincial no le dio mucha importancia, la metodología (usada por la escuela) siguió hasta la muerte de Emanuel", aseguró el P. Llorente.
El P. Llorente explicó que en la institución "había una demanda muy grande de chicos que querían entrar. Como sólo podían ingresar 60 cadetes, proponían una metodología de atropello, de humillaciones para que continúen la carrera aquellos que podían aguantar. Cuando sabemos que una escuela debe ser todo lo contrario".
El sacerdote aseguró que el entrenamiento extremo "no fue algo esporádico, sino que esta es la metodología para que los chicos se vayan y renuncien. Se hacía una competencia despiadada con la idea de formar policías fuertes, cuando en realidad los están deformando".
En comunión con el mensaje de cercanía y dolor manifestado por la Diócesis de la Rioja, el P. Llorente dijo que recibieron "con mucho dolor y consternación" la noticia del fallecimiento de Emanuel.
"Que en este tiempo de Cuaresma, que es un volver a revivir la pasión y muerte de Jesús", "la muerte de Emanuel no sea en vano, que no la veamos contemplando la muerte de Jesús de lejos, sino que esto sirva para la vida de los jóvenes y para involucrarnos", concluyó.