VATICANO,
En repetidas ocasiones a lo largo de la última semana, el Papa Francisco señaló la necesidad de aprovechar la Cuaresma para emprender un camino de conversión y renovación espiritual que permita prepararse para la Semana Santa.
Con ese objetivo, el Santo Padre comenzó el pasado domingo 18 de febrero su retiro espiritual anual junto con los miembros de la Curia Vaticana en la Casa del Divino Maestro, en la localidad italiana de Ariccia, que finalizarán el próximo viernes 23 de febrero.
Esta casa de retiros es un lugar privilegiado para la oración y la meditación. Rodeado por 12 hectáreas de bosques con diversos recorridos y representaciones escultóricas del Vía Crucis y de los misterios del Rosario, se encuentra dentro de los límites de Castelli Romani, Diócesis de Albano.
Este lugar de retiros se fundió en el año 1914 por iniciativa de Don Giacomo Alberione, sacerdote italiano fundador de los Paulinos, constituida por laicos y sacerdotes.
En declaraciones a ACI Prensa, el Padre Olinto Crespi, uno de los cinco Padres Paulinos que administran la casa de retiro Divino Maestro, explicó que nunca habría imaginado que un día esta Casa se convertiría en un centro espiritual para la Curia del Vaticano.
El Padre Alberione, que cuando se construyó este complejo espiritual era un simple novicio, cuanta que, "de alguna manera, esta ciudad se convierte en una pequeña Ciudad del Vaticano y todos nosotros en la comunidad cambiamos nuestras vidas de acuerdo a ello".