VATICANO,
Antes de rezar el Ángelus del domingo, el Papa Francisco realizó una breve explicación a las lecturas del día basándose en 3 pilares: las tentaciones, la conversión y la Buena Noticia y recordó que la Cuaresma es un tiempo propicio para luchar contra el Maligno.
"Jesús va al desierto para prepararse a su misión en el mundo. Él no necesita convertirse, pero, como hombre, debe pasar a través de esta prueba, sea para sí mismo, para obedecer a la voluntad del Padre, sea por nosotros, para darnos la gracia de vencer las tentaciones", afirmó.
El Papa aseguró que "esta preparación consiste en el combate contra el espíritu del mal". "También para nosotros la Cuaresma es un tiempo de 'agonismo' espiritual: estamos llamados a afrontar al Maligno mediante la oración, para ser capaces, con la ayuda de Dios, de vencerlo en nuestra vida cotidiana".
"El mal, por desgracia, trabaja en nuestra existencia y alrededor nuestro, donde se manifiestan violencias, el rechazo al otro, cerrazones, guerras, injusticias".
Pero destacó que "rápidamente", después de las tentaciones, Jesús "comienza a predicar la Buena Noticia que exige al hombre conversión y fe".
"Nunca estamos lo suficientemente orientados hacia Dios y debemos continuamente dirigir nuestra mente y nuestro corazón a Él".