VATICANO,
Con motivo del 90 aniversario de la fundación del Pontificio Seminario Regional de Cerdeña (Italia), el Papa recibió en el Vaticano a algunos seminaristas y sacerdotes y los exhortó a ser servidores y llevar una vida sencilla.
El Pontífice agradeció que durante todos estos años el seminario "ha dado a la Iglesia numerosos ministros empreñados en vuestras iglesias locales, en las missio ad gentes y en otros servicios en la Iglesia universal".
Deseó al mismo tiempo que "esta circunstancia conmemorativa pueda dar un nuevo impulso a la pastoral vocacional, a la formación actualizada y cuidada de los candidatos al orden sagrado, a beneficio del pueblo de Dios".
A los seminaristas, recordó que se preparan para "ser mañana obreros en las mieses del Señor, sacerdotes que sepan trabajar juntos, también entre distintas diócesis". "Esto es particularmente precioso para una región como la de Cerdeña, llena de fe y de tradiciones religiosas cristianas, y que necesita un cuidado especial de las relaciones entre las diversas comunidades diocesanas".
Francisco les solicitó prestar especial atención a los pobres, y para eso hizo hincapié en la necesidad de "pastores que estén atentos", "capaces de estar con ellos, con un estilo de vida sencillo, para que los pobres sientan que nuestras iglesias son el primer lugar de su casa".
En este sentido, también les habló de convertirse en verdaderos "servidores" y subrayó que se necesitan hombres de Dios que "miren a lo esencial, que conduzcan una vida sobria y transparente, sin nostalgias del pasado, pero capaces de mirar hacia delante según la sana tradición de la Iglesia".