MADRID,
Sophia Kuby, directora para la Unión Europea de ADF Internacional, organización que defiende el derecho a la libertad religiosa en el mundo, publicó recientemente un artículo en el diario francés Le Figaro en el que habla sobre los peligros de la maternidad subrogada.
En el artículo indicó que los vientres de alquiler producen "unas ganancias de unos cinco millones de dólares al año" entre las clínicas de fecundación in vitro, médicos y abogados, "todo pagado por cuenta de los 'progenitores compradores' o los 'progenitores de intención', con el fin de proporcionarles un bebé".
Recientemente tuvo lugar en La Haya una conferencia sobre Derecho Internacional Privado que pretendía regular "los contratos transnacionales en materia de maternidad subrogada y progenitorialidad".
Esta conferencia daría lugar a un texto que sería de obligado cumplimiento y que, por ejemplo, en Francia tendría un valor superior a la ley nacional.
Por eso Kuby alertó de los peligros reales que puede acarrear un primer paso de regularización de los vientres de alquiler.
"La práctica de la maternidad subrogada causa problemas muy serios para todos las partes" y es algo especialmente "evidente cuando una de las partes está en el extranjero", señaló.