VATICANO,
El Vaticano ha vuelto a hacer historia: por vez primera ha participado como observador en los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran en Corea del Sur desde el 9 al 25 de febrero. Un evento marcado por las tensiones entre las dos Coreas y también los Estados Unidos de América.
El encargado de presidir la delegación de la Santa Sede ha sido Mons. Melchor Sánchez de Toca, encargado de la sección de Deporte del Consejo Pontificio para la Cultura, quien narró su experiencia a ACI Prensa poco después de regresar de Pyeongchang (Corea del Sur), y donde se desarrollan los juegos.
"La invitación se ha dirigido esta vez no a título personal sino oficial. El Comité Olímpico Internacional envió al Cardenal (Gianfranco Ravasi) una invitación para enviar una delegación a la sesión olímpica y apertura de los Juegos Olímpicos", reveló durante en la entrevista.
"Esta sesión olímpica es como el parlamento de los juegos, el máximo órgano de gobierno en el que se toman las grandes decisiones que afectan al futuro del deporte, la agenda para el año 2020, elección de nuevos miembros, de las sedes de los juegos olímpicos… y ahí estaba la pequeña delegación de la Santa Sede, acogida con sorpresa al inicio, pero con enorme simpatía".
Mons. Sánchez de Toca es consciente de que "no es muy normal ver a un sacerdote en una sesión olímpica. Es normal encontrarse a jefes de estado, antiguos ministros, soberanos, atletas por supuesto, presidentes de federaciones internacionales… pero nadie esperaría encontrar a un sacerdote allí".
A este respecto recalca que "mi presencia primero fue acogida con sorpresa, pero enseguida con simpatía". "Muchos miembros se han acercado para agradecérmelo y expresar su satisfacción por la presencia de un elemento que aporta a las discusiones y el trabajo del movimiento olímpico una dimensión diferente, trascendente"