VATICANO,
El Papa Francisco presidió la celebración de la Misa del Miércoles de Ceniza en la basílica romana de Santa Sabina. En la homilía, el Santo Padre destacó que la Cuaresma es el tiempo apropiado para corregir aquello que no está en consonancia con la vida cristiana.
Además, recordó que las tentaciones a las que está expuesto el cristiano "son múltiples", y advirtió contra los demonios de la "desconfianza, apatía y resignación".
"La Cuaresma es tiempo rico para desenmascarar éstas y otras tentaciones y dejar que nuestro corazón vuelva a latir al palpitar del Corazón de Jesús".
A continuación, el texto completo de la homilía del Papa Francisco:
El tiempo de Cuaresma es tiempo propicio para afinar los acordes disonantes de nuestra vida cristiana y recibir la siempre nueva, alegre y esperanzadora noticia de la Pascua del Señor. La Iglesia en su maternal sabiduría nos propone prestarle especial atención a todo aquello que pueda enfriar y oxidar nuestro corazón creyente.
Las tentaciones a las que estamos expuestos son múltiples. Cada uno de nosotros conoce las dificultades que tiene que enfrentar. Y es triste constatar cómo, frente a las vicisitudes cotidianas, se alzan voces que, aprovechándose del dolor y la incertidumbre, lo único que saben es sembrar desconfianza. Y si el fruto de la fe es la caridad -como le gustaba repetir a la Madre Teresa de Calcuta-, el fruto de la desconfianza es la apatía y la resignación. Desconfianza, apatía y resignación: esos demonios que cauterizan y paralizan el alma del pueblo creyente.