MADRID,
Drag Sethlas, el polémico drag queen que durante el carnaval de 2017 en las Palmas de Gran Canaria se vistió de Virgen y simuló una crucifixión, este año volvió a herir los sentimientos religiosos al representar el cuadro de Leonardo Da Vinci "La Última Cena".
Este drag queen fue el ganador del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria (España) el pasado año, por lo que debía pasar el testigo al siguiente ganador; sin embargo, tal como en 2017, decidió presentar un número blasfemo, esta vez sobre la última cena de Jesucristo y una procesión.
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El número que representó este drag queen en 2017 se titulaba "¡Mi cielo, yo no hago milagros. Que sea lo que Dios quiera!", y fue llevado a los tribunales por la Asociación Española de Abogados Cristianos por ser un ataque a los sentimientos religiosos.
Durante el proceso judicial Drag Sethlas aseguró que su intención no había sido ofender los sentimientos religiosos con su actuación, sin embargo, es reincidente en la misma línea.