MADRID,
Rubén tiene 9 años y vive en un pueblo de Valencia (España), es uno de los miles de niños que cada año hacen la Primera Comunión en todo el mundo, pero él tenía claro que por ese gran día tan sólo quería un regalo.
Por eso distribuyó a través de Whatsapp entre los invitados, una carta en la que explicaba, de su puño y letra, que estaba "muy contento" de compartir con todos ellos su "gran encuentro con Jesús".
"Gracias a Dios, tengo todo lo necesario así que he pensado que si queríais hacerme algún regalo por este día podéis darle mucho más fruto haciendo una donación anónima para un proyecto de Manos Unidas en el que estoy colaborando", precisaba el pequeño.
Y explicaba que el proyecto consiste en la "compra e instalación de placas solares en una casa de acogida para niñas de la India".
Pues bien, gracias a la generosidad de este pequeño esta ONG recibió 7.075 euros.
Según explica el diario El País, a pesar de que la decisión de donar sus regalos de Comunión fue de Rubén, la idea la tuvo su madre Amparo García quien explicaba al diario que los niños reciben tantos juguetes que llega un punto en el que dejan de valorarlos.