VATICANO,
El Papa Francisco recibió en audiencia en el Vaticano a los miembros del Sínodo Greco-Melquita, presentes en Roma para peregrinar a la tumba de San Pedro al término de su asamblea sinodal desarrollada a lo largo de los últimos meses en Roma, y les ha animado a vivir con fe las duras pruebas a las que están siendo sometidos.
"En este complicado período histórico muchas comunidades cristianas en Oriente Medio están llamadas a vivir la fe en el Señor Jesús en medio de muchas pruebas. Espero vivamente que, con su testimonio de vida, los Obispos y los sacerdotes greco-melquitas puedan animar a los fieles a permanecer en su tierra, donde la Providencia divina ha querido que nacieran".
El Papa se refirió a la carta que el Patriarca de la Iglesia Greco-Melquita, en comunión con Roma, Su Beatitud Joseph Absi, escribió el pasado 22 de junio tras su elección, y en la cual se afirmaba que "nunca tanto como en estos momentos, los pastores están llamados a manifestar delante del pueblo de Dios que sufre, comunión, unidad, cercanía, solidaridad, transparencia y testimonio".
En este sentido, el Santo Padre invitó a los miembros del Sínodo a "proseguir sobre ese camino". "Como sabéis –indicó Francisco–, he convocado el día 23 de este mes una jornada de oración y de ayuno por la paz. En esa ocasión, no faltará un recuerdo especial por Siria, golpeada en estos últimos años de una manera indecible".
El Papa también destacó la importancia de la asamblea sinodal: "se trata siempre de un momento fundamental, de camino común, durante el cual el Patriarca y los Obispos están llamados a tomar decisiones importantes por el bien de los fieles, también por medio de la elección de nuevos Obispos, pastores que están llamados a dar testimonio del Resucitado".
"Pastores que, como hacía el Señor con sus discípulos, reanimamos los corazones de los fieles, permanecemos cercanos a ellos, les acompañamos hacia lo alto", afirmó.