CIUDAD DE MÉXICO,
El Obispo de Aguascalientes (México), Mons. José María de la Torre Martín, recordó que las cenizas de los difuntos cremados no pueden esparcirse ni conservarse en las casas, sino que deben colocarse en un lugar sagrado como un cementerio o una iglesia.
Según informó el diario mexicano El Heraldo el 9 de febrero, el Prelado afirmó que "las cenizas y los fragmentos óseos no se pueden conservar en casa porque con ellos se priva a la comunidad católica de recordar al difunto, deben llevarse a un cementerio o templo", que son lugares sagrados adecuados para este propósito.
El Obispo precisó que "el cuerpo muerto no es propiedad privada de los parientes, es más bien un hijo de Dios que forma parte del pueblo de Dios. Tenemos que superar este pensamiento individualista".
"Hay personas que siguen esparciendo las cenizas en agua, tierra y aire, pero deben estar conscientes de la prohibición que hay en este sentido", lamentó.
Mons. de la Torre recordó así las nuevas normas del Vaticano sobre la sepultura de difuntos y la conservación de las cenizas, establecidas por la Congregación para la Doctrina de la Fe en octubre de 2016.
Las normas prohíben explícitamente algunas prácticas ampliamente difundidas en la actualidad entre los católicos, como la conservación de las cenizas en el hogar, esparcir las cenizas del difunto en el mar o usarlas para confeccionar recuerdos.