VATICANO,
El Papa Francisco propuso una especial regla de oro en la atención al cliente y pidió situar a la persona "y no los beneficios", al centro de la labor empresarial, poniendo como ejemplo de ello al servicio de correos de Italia.
En su discurso esta mañana a los dirigentes y trabajadores del servicio de correos de Italia, Poste Italiane, el Santo Padre los animó a ser disponibles y bondadosos con quienes sirven, sin olvidar nunca la sonrisa.
En la audiencia en el Palacio Apostólico del Vaticano, Francisco dijo: "Una sonrisa. Viene la viejecilla que es un poco sorda, y tú le explicas, pero no te oye… Y le sonríes en vez de responder con un 'uf'… La sonrisa es siempre un puente, pero un puente de los 'grandes', porque la sonrisa va al corazón. ¡No se olviden de la sonrisa!".
"El cuidado de las personas, siempre presente en el servicio de correos de Italia como su criterio guía, se manifiesta no solo en la atención a los clientes, sino también entre los propios trabajadores", agregó.
El Papa resaltó luego que "es importante que, cuando una persona acude al mostrador o a la oficina, se encuentre con personas que desempeñen bien su trabajo, que no resoplen ni den la impresión de considerar a la persona que acude a ellos como una carga".
El Pontífice también tuvo palabras para los clientes: "deben ser atentos y no tener, como por desgracia sucede, una actitud de exigencia o de queja descargando sobre los empleados sus propias frustraciones o todos los males de la sociedad".