BUENOS AIRES,
La Iglesia en Argentina llamó a los fieles a seguir colaborando para asistir a los miles de damnificados que han dejado las fuertes precipitaciones y desborde de los ríos, y que hoy enfrentan el desafío de reconstruir sus casas y evitar enfermedades.
Desde la quincena de enero, fuertes precipitaciones afectaron gran parte de Bolivia y Asunción, capital de Paraguay.
Los primeros días de febrero las inundaciones se agravaron con la crecida del río Pilcomayo, que nace en Bolivia y llega a los límites con Argentina y Paraguay, provocando la evacuación masiva en la zona norte de Argentina.
Si bien ya disminuyeron las inundaciones, se calculan unos 15 mil evacuados de Salta, Jujuy, Formosa, Tucumán y Chaco, en especial las comunidades wichí, chorote y diaguita calchaquí, debido a la pérdida total de sus bienes.
Cáritas Argentina y diocesanas han reiterado el lema de la campaña de ayuda ante las catástrofes que dice: "La mejor ayuda es la que se organiza".
También Cáritas Catamarca alentó la donación en dinero y señaló que están "atentos a la situación y tendiendo puentes para llegar a los hermanos que sufren esta situación, a quienes tenemos en nuestras oraciones", afirmó el P. Lucas Segura.