CIUDAD DE MÉXICO,
El Obispo de Chilpancingo-Chilapa (México), Mons. Salvador Rangel Mendoza, desmintió que el P. Germain Muñiz García, asesinado junto al P. Iván Añorve Jaimes el 5 de febrero en una carretera mexicana, tuviera vínculo alguno con el crimen organizado, como aseguró recientemente la Fiscalía General del Estado de Guerrero.
En un comunicado difundido el 7 de febrero, Mons. Rangel Mendoza aseguró que el P. Muñiz García "nunca estuvo vinculado a ningún grupo delictivo".
Sin embargo, precisó que el fallecido sacerdote "tenía conocimiento por la naturaleza misma de su trabajo pastoral, de operación de algunos grupos en esa zona, pues al ser un párroco y persona pública tenía que desplazarse por la zona donde estaban asentados esos grupos, para atender a las diferentes comunidades".
Con su comunicado, el Obispo mexicano respondió a las acusaciones realizadas por la Fiscalía General del Estado de Guerrero, que aseguró que el sacerdote asesinado pertenecía "a un grupo delictivo, en razón de las fotografías y notas que circularon en redes de sociales del sacerdote", difundidas meses atrás, en que se le ve con un rifle junto a delincuentes encapuchados.
De acuerdo a las autoridades, ambos sacerdotes viajaron al Municipio de Taxco de Alarcón para participar en una fiesta. Ahí, según la Fiscalía, "se tiene conocimiento que acudieron muchas personas pertenecientes a diversos grupos delictivos, tanto del Estado de Guerrero, como de los Estados de Morelos y Estado de México".
"En dicho baile no hubo seguridad municipal, estatal o federal, puesto que el apoyo de seguridad preventiva para la celebración de dicho baile no fue solicitada a ninguna autoridad por los organizadores", añade.