VATICANO,
La nueva catequesis del Papa Francisco en la Audiencia General del miércoles trató sobre el Evangelio y la homilía en Misa. A este respecto señaló que las homilías deben estar bien preparadas y no aburrir.
"El diálogo entre Dios y su pueblo, desarrollado en la Liturgia de la Palabra en la Misa, alcanza su culmen en la proclamación del Evangelio", dijo al comienzo.
Francisco explicó que al igual que "los misterios de Cristo iluminan la revelación bíblica, así, en la Liturgia de la Palabra, el Evangelio constituye la luz para comprender el sentido de los textos bíblicos que lo preceden, sea del Antiguo o del Nuevo Testamento".
El Papa recordó que su lectura "está reservada al ministro ordenado, que termina besando el libro". "En estos signos la asamblea reconoce la presencia de Cristo que dirige la 'buena noticia' que convierte y transforma".
"En la Misa no leemos el Evangelio para saber cómo han sido las cosas, sino para tomar conciencia de aquello que Jesús ha hecho y ha dicho una vez, y Él continúa cumpliéndolo y diciéndolo ahora también para nosotros".
En este sentido, recordó que "Cristo se sirve también de la palabra del sacerdote que, después del Evangelio, pronuncia la homilía".