VATICANO,
En la homilía en la capilla de la residencia Santa Marta, el Papa Francisco resaltó la importancia de adorar en silencio, y reconoció que en muchas ocasiones los obispos no son capaces de enseñar a hacerlo a los fieles.
Como hiciera en el ángelus del domingo, el Pontífice pidió una Iglesia en "salida", alejada de lo que es una "llanura". Al comentar las lecturas de la liturgia del día, explicó que el pueblo de Israel llevaba "la memoria de la elección".
Pero "no como el pueblo que había aprendido de los escribas" puesto que la habían "abarrocada" con "tantas prescripciones". "La alianza desnuda: yo te amo, tú me amas", dijo el Papa.
Sobre la adoración del pueblo de Israel destacó su marcha de los "sacrificios que hacía en el camino de subida en el silencio, a la humillación de la adoración".
"Muchas veces pienso que nosotros no enseñamos a nuestro pueblo adorar", reconoció a los que lo acompañaron en la Misa.
"Sí, los enseñamos a rezar, a cantar, a alabar a Dios, pero a adorar…. La oración de adoración, ésta que nos aniquila sin aniquilarnos: en la aniquilación de la adoración se nos da nobleza y grandeza".
"Y aprovecho –continuó–, que hoy, vosotros que estáis aquí, con tantos párrocos que habéis nombrado recientemente, para decir: enseñad al pueblo a adorar en silencio, adorar".