VATICANO,
El Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, detalló los objetivos de las negociaciones de la Santa Sede con el gobierno comunista de China, que desde hace años asedia a los católicos, especialmente a los obispos que se mantienen fieles a la Sede de Pedro.
En entrevista concedida al vaticanista italiano Gianni Valente, publicada este miércoles 31 de enero en Vatican Insider, el Cardenal explicó que "el Santo Padre sigue personalmente las negociaciones actuales con las autoridades de la República Popular China. Todos sus colaboradores actúan en sintonía con él. Nadie toma iniciativas privadas. Sinceramente, cualquier otro tipo de razonamiento me parecería fuera de lugar".
Estas palabras ratifican la declaración del 30 de enero del Director de la Sala de Prensa del Vaticano, Greg Burke. El vocero dijo que es "sorprendente y lamentable que lo contrario sea afirmado por personas de la Iglesia, generando confusión y polémica".
Aunque Burke y el Cardenal Parolin no lo mencionan, sus declaraciones responden a la carta del Obispo Emérito de Hong Kong, Cardenal Joseph Zen ze-kiun, publicada el 29 de enero y en la que analiza la difícil situación por la que atraviesa la Iglesia Católica en China, en particular los obispos fieles a Roma, que son presionados y perseguidos por el gobierno comunista.
En la misiva que publicó en su sitio web, el Cardenal recuerda que en los últimos días los medios informaron que el Vaticano solicitó a dos obispos su renuncia para permitir que prelados afines el gobierno asuman sus cargos.
La detallada carta del Purpurado tiene un tono crítico y en ella señala, entre otras cosas, que "el problema no es la renuncia de los obispos legítimos, sino el pedido de hacer espacio para aquellos ilegítimos e incluso excomulgados".