LISBOA,
La diócesis portuguesa de Funchal en Portugal informó el domingo 28 de enero que un sacerdote que reconoció la paternidad de una niña fue dispensado de sus funciones como párroco pero podrá continuar con su ministerio pastoral, una decisión que ha sorprendido a los católicos del país.
En el mes de noviembre de 2017, el P. Giselo Andrade, entonces párroco de Monte, asumió la paternidad de una niña nacida en agosto.
Tras conocer el caso, la diócesis de Funchal señaló que "la Iglesia es un espacio de misericordia y Dios perdona todo, pero no puede admitir una doble vida".
La diócesis indicó que acompañaba "la situación, en el respeto por la delicadeza del caso, la dignidad de las personas y las consecuencias que tenía en la propia parroquia y en las demás comunidades cristianas".
Precisó asimismo que "el propio sacerdote debía discernir, en diálogo con el obispo, si pretendía ejercer el ministerio sacerdotal según las exigencias y normas de la Iglesia o si en vez de ella abrazaría otra vocación".
En la nota del 28 de enero, la diócesis informó que la decisión de retirar al P. Andrade de sus funciones de párroco se dio "luego del diálogo con el propio sacerdote".