Durante la reciente March for Life (Marcha por la Vida), en Estados Unidos, un joven sacerdote reveló que cuando estuvo en el vientre de su madre, los médicos recomendaron abortarlo porque "probablemente no sobreviviría", sin embargo, ella se negó y hoy, como presbítero busca seguir el plan que Dios trazó para él.
"Conozco a una mujer que ingresó para su ecografía y los médicos le dijeron que los órganos del niño no se estaban desarrollando adecuadamente. El niño probablemente no sobreviviría un año después del nacimiento y recomendaron el aborto. Esta mujer es mi madre y yo soy ese niño", dijo el P. Martino Choi el 19 de enero en el Capital One Arena de Washington D.C ante unos 18 mil adolescentes y adultos.
En entrevista con ACI Prensa, el P. Choi sostuvo que su madre, antes de estar embarazada de él dio a luz a un niño sin vida y tuvo dos abortos involuntarios.
"Finalmente, nació mi hermana mayor y luego mi madre quedó embarazada de mí. Con esa historia de tres embarazos fallidos, mis padres estaban muy felices de esperar un hijo. Cuando mi madre escuchó la recomendación del médico de abortar, se dio cuenta de lo inconstante que puede ser el corazón humano: podemos estar rezando a Dios por un niño, pero si ese regalo no es exactamente como lo queremos (en mi caso, con posibles defectos de nacimiento), nos apresuramos a rechazarlo", contó.
Por tal motivo, sus padres estaban decididos a "aceptar el regalo de la vida humana, no en sus términos, pero sí en los de Dios".
"Después de escuchar la recomendación del médico, mis padres pasaron una buena cantidad de tiempo orando. Rezaron muchos Rosarios y Vía Crucis", dijo el joven presbítero.