LOS ÁNGELES,
En la homilía de la Misa de Réquiem por los no nacidos, el Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gomez, exhortó a trabajar para detener el "mal cotidiano" del aborto que cada año cobra la vida de millones de personas.
El 20 de enero en la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, el Prelado señaló que "a nadie le gusta hablar sobre la triste realidad del aborto en nuestra sociedad, ¡pero debemos hacerlo! Durante demasiado tiempo, el aborto ha sido un 'mal cotidiano' en este país, y de hecho, en todos los países".
"Y tenemos que hacer que se detenga. Necesitamos construir una sociedad en la que el aborto sea impensable, una sociedad que acoja toda vida como un don de Dios", continuó.
Recordando luego la multitudinaria celebración OneLife (UnaVida) que cada enero se celebra en su Arquidiócesis en el marco de la Marcha por la Vida, el Arzobispo resaltó que "Dios viene a nosotros ahora, y nos da un mensaje para que lo anunciemos a nuestra gran ciudad, a nuestro país y a los hombres y mujeres de nuestro tiempo".
"¡Él nos llama a proclamar el evangelio de la vida, la buena nueva de que Él es el Dios vivo, el Dios de toda la creación!".
Mons. Gomez recordó que "estamos llamados a anunciar esta buena nueva a cada persona: ¡Que fuimos hechos para cosas más grandes! ¡Que toda vida humana es preciosa! ¡La vida de ustedes! ¡La mía! Toda creatura tiene una razón de ser en la creación de Dios. Y cada persona tiene un propósito en el cielo".