VATICANO,
El Papa Francisco mostró su solidaridad con los miembros de la comunidad yazidí, religión minoritaria del norte de Irak, perseguidos durante los últimos años por los terroristas de Estado Islámico.
En estos años de guerra civil y de lucha contra Estado Islámico en Irak y en Siria, muchos yazidíes han sido asesinados, secuestrados, esclavizados y expulsados de sus hogares por parte de los yihadistas.
"Abrazo a todos los miembros de la comunidad yazidí, en particular a todos los que viven en Irak y en Siria. Mi pensamiento solidario y orante se dirige a las víctimas inocentes de la insensata e inhumana barbarie", fueron las palabras con que el Papa recibió a los representantes de la Comunidad Yazidí de Alemania este miércoles 24 de enero en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Francisco alzó la voz contra uno de los mayores ataques contra los derechos humanos en el siglo XXI: la persecución religiosa. "¡Es inaceptable que se persiga y se asesine a seres humanos por su pertenencia religiosa! Toda persona tiene derecho a profesar libremente, y sin constricciones, su propio credo religioso".
El Pontífice destacó la importancia para la humanidad de la herencia cultural, histórica y religiosa de los yazidíes.
También reconoció las graves violaciones contra los derechos de esta comunidad. "Vuestra historia, rica de espiritualidad y cultura, ha estado desafortunadamente marcada por indecibles violaciones de los derechos fundamentales de la persona humana: secuestros, esclavitud, torturas, conversiones forzosas, asesinatos… Vuestros santuarios y lugares de culto han sido destruidos. Los más afortunados entre vosotros han podido escapar, pero dejando todo lo que tenían, incluso las cosas más queridas y sagradas".