LIMA,
El Papa Francisco sostuvo un extenso encuentro con los obispos del Perú, a quienes dirigió un especial discurso en el que los alentó a seguir el ejemplo de Santo Toribio de Mogrovejo, saliendo a las calles, dejando los escritorios y gastando la suela de los zapatos para conocer a sus ovejas.
Antes de su reflexión, el Pontífice recibió el saludo del Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani: "somos herederos de santos y, grandes santos, como Usted nos recordaba en sus palabras grabadas en Roma".
"Pido a Santa Rosa que nos brinde esa ternura para acoger a todos; a San Martín de Porres para que nos lleve a los más pobres y con la escoba para que barra bien nuestros corazones y todas nuestras acciones".
El Purpurado destacó también: "Aquí estamos, como sucesores de los Apóstoles, teniendo en Cristo y sólo en Él la centralidad de nuestra responsabilidad episcopal, unidos al Papa con obras y de verdad".
A su turno, el Arzobispo de Ayacucho y Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Salvador Piñero, indicó que para esta visita papal los fieles se han preparado "con la plegaria, el estudio de sus documentos y jornadas misionales" y ofreció como obsequio una medalla de Santo Toribio de Mogrovejo y una imagen de San José al Pontífice.
En su reflexión, el Santo Padre dijo que la misión de los obispos no se hace "desde 'el escritorio', y así puede conocer a sus ovejas y ellas reconocen en su voz, la voz del Buen Pastor".