Trujillo,
Una imagen de la Virgen de Guadalupe, entre otras cerca de 40 devociones peruanas, acompañará al Papa Francisco a su paso por Trujillo, en el norte del país. Pero no se trata de la mundialmente famosa aparición mariana mexicana.
La devoción a la Virgen de Guadalupe que hoy se venera en el norte peruano tiene su origen en Extremadura, España.
Según una antigua historia, la imagen que hoy se conserva en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Extremadura fue fabricada por San Lucas, el Evangelista, y enterrada con él. Cuando sus restos, de acuerdo a la tradición, fueron trasladados a Constantinopla, en el siglo IV, habrían llevado el ícono.
Para el siglo VI, la imagen habría sido llevada a Roma, y luego regalada a San Leandro, Arzobispo de Sevilla, en España.
Ante la invasión musulmana de España, en el siglo VIII, unos religiosos habrían ocultado la imagen y así permanecería hasta su descubrimiento en el siglo XIV.
De acuerdo al relato, la Virgen se le apareció a un vaquero llamado Gil Cordero cerca del río llamado Guadalupe, y le dijo que ahí se encontraba oculta una imagen suya y se debía levantar un templo.