Puerto Maldonado,
El Papa Francisco visitó a unos 270 niños y adolescentes huérfanos, abandonados o que sufrieron violencia; en el albergue "El Principito", en Puerto Maldonado, y les dijo que son "el tesoro más preciado".
Además de los 40 pequeños que viven en "El Principito y de algunos adultos que pasaron su niñez allí, estuvieron presentes los niños de distintos hogares de la zona como Santa Marta, Belén, Santa Cruz y de la institución de educación especial Stella Maris.
Tras recibir la Santo Padre con el popular canto "Alabaré a mi Señor", entonado por los niños y jóvenes, el responsable del hogar, el P. Xavier Arbex, agradeció su visita y le dijo "le queremos, porque su palabra nos da esperanza".
"Le queremos, Papa Francisco, y nos queremos unos a otros, y todos queremos un futuro digno para estos niños, adolescentes y jóvenes", expresó y contó que "en esta selva rica, todos los días, los pobres llaman a nuestras puertas, aquí o en Caritas o en Derechos Humanos".
Luego, los pequeños entonaron la canción "Que canten los niños" de José Luis Perales e escenificaron el sufrimiento de los indígenas que son forzados a extraer los recursos naturales y cómo fueron consolados por la Iglesia Católica representada en los misioneros dominicos.
Después, una joven de 24 años, llamada Dirsey Irarica Piña, narró cómo fue acogida en el albergue "El Principito" tras perder a sus padres en un accidente automovilístico.