IQUIQUE,
En el último día de su visita a Chile, el Papa Francisco presidió la Santa Misa en el Campus Lobito en Iquique, siendo su primera actividad del día.
En su homilía el Papa hizo la reflexión sobre el pasaje de las Bodas de Caná, que "muestra la primera aparición pública de Jesús: nada más y nada menos que en una fiesta", porque el "Evangelio es una constante invitación a la alegría".
A continuación el texto completo:
«Y Éste fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en la ciudad de Caná de Galilea» (Jn 2,11). Así termina el Evangelio que hemos escuchado, y que nos muestra la aparición pública de Jesús: nada más y nada menos que en una fiesta. No podría ser de otra forma, ya que el Evangelio es una constante invitación a la alegría.
Desde el inicio el Ángel le dice a María: «Alégrate» (Lc 1,28). Alégrense, le dijo a los pastores; alégrate, le dijo a Isabel, mujer anciana y estéril...; alégrate, le hizo sentir Jesús al ladrón, porque hoy estarás conmigo en el paraíso (cf. Lc 23,43).
El mensaje del Evangelio es fuente de gozo: «Les he dicho estas cosas para que mi alegría esté en ustedes, y esa alegría sea plena» (Jn 15,11). Una alegría que se contagia de generación en generación y de la cual somos herederos, porque somos cristianos ¡Cómo saben ustedes de esto, queridos hermanos del norte chileno! ¡Cómo saben vivir la fe y la vida en clima de fiesta!