SANTIAGO,
El Papa Francisco se encontró esta tarde en la Catedral de Santiago con los obispos de Chile, a quienes animó a ser pastores que no sean dispersos para no dejarlos a merced de cualquier lobo; y a luchar con perseverancia contra la tentación del clericalismo.
A continuación, el texto completo del saludo del Santo Padre
Queridos hermanos:
Agradezco las palabras que el Presidente de la Conferencia Episcopal me dirigió en nombre de todos ustedes.
En primer lugar, quiero saludar a Monseñor Bernardino Piñera Carvallo, que este año va a cumplir 60 años de obispo (es el obispo más anciano del mundo, tanto en edad como en años de episcopado), y que ha vivido las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II. Hermosa memoria viviente. Muchas gracias.
Dentro de poco, se cumplirá un año de la visita ad limina, ahora me toca a mí venir a visitarlos y me alegra que este encuentro sea después de haber estado con el «mundo consagrado», ya que una de nuestras principales tareas consiste precisamente en estar cerca de nuestros consagrados, de nuestros presbíteros. Si el pastor anda disperso, las ovejas también se dispersarán y quedarán al alcance de cualquier lobo. Hermanos, ¡la paternidad del obispo con sus sacerdotes, con su presbiterio! Una paternidad que no es ni paternalismo ni abuso de autoridad. Es un don a pedir. Estén cerca de sus curas al estilo de San José. Una paternidad que ayuda a crecer y a desarrollar los carismas que el Espíritu ha querido derramar en sus respectivos presbiterios.