SANTIAGO,
En el segundo día de su visita a Chile, el Papa Francisco visitó el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín donde, frente a más de 400 reclusas, les recordó que gracias a la actitud de pedir perdón las personas logran reconocer sus errores y así cada una de ellas tiene la oportunidad de volver a empezar.
"Todos tenemos que pedir perdón, yo el primero. Todos. Eso nos humaniza, sin esta actitud de pedir perdón perdemos la conciencia que nos equivocamos, de que nos podemos equivocar y que cada día estamos invitados a volver a empezar, de una u otra manera", dijo durante su discurso el Santo Padre este 16 de enero.
El Papa llegó pasadas las 4:00 p.m. (hora local) al centro penitenciario donde se albergan más de 400 reclusas que cumplen penas por parricidios, asesinatos, robos y narcotráfico; y fue recibido con vítores, cantos y por algunas internas con bebés en brazos, a quienes el Pontífice bendecía.
Ya al interior del centro penitenciario, el Papa se dirigió al estrado mientras saludaba con la mano a las mujeres próximas a la valla de seguridad y finalmente tomó asiento.
Poco después, tomó la palabra la Hermana Nelly León, la encargada de la pastoral carcelaria perteneciente a la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor, quien dio la bienvenida al Pontífice.
"Dios está de nuestra parte, de parte de los pobres y marginados de esta tierra; y por eso su presencia; Santo Padre, nos viene a confirmar el camino que hacemos desde la cárcel a la libertad, desde el dolor hacia la alegría", sostuvo.