MADRID,
El Obispo maronita Samir Nassar salvó milagrosamente la vida después de que un proyectil impactara en su cama cuando él justo se había levantado de ella.
"Un obús cayó sobre mi cama el pasado lunes 8 de enero de 2018. A la 1:20, cuando estaba echando una breve siesta, me levanté para ir al servicio y segundos después la cama estaba llena de metralla", relata el Obispo en su carta.
El obispo maronita, que radica en Damasco (Siria), envió una carta a Ayuda a la Iglesia Necesitada agradeciéndoles su cercanía y explicando cómo sucedieron los hechos.
"La Providencia cuida de este pequeño servidor", afirmó.
Al ver la intensidad del bombardeo, fieles y sacerdotes del patriarcado maronita pensaban que Mons. Nassar había muerto.
Por eso, según precisa en su carta, "los sacerdotes lloraron de alegría al verme salir vivo entre el humo y los escombros. Agradezco al Señor este nuevo inicio. Mi vida Te pertenece".