VATICANO,
Después de la Misa con motivo de la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado, el Papa Francisco presidió el rezo del Ángelus y comentó el Evangelio del día en el que "se propone el tema de la manifestación del Señor".
El Papa expresó que el tiempo ordinario que ha comenzado "sirve para animar y verificar nuestro camino de fe en la vida cotidiana, en una dinámica que se mueve entre epifanía y secuela, entre manifestación y vocación".
"Solo un encuentro personal con Jesús genera un camino de fe y de discipulado. Podremos hacer tantas experiencias, realizar muchas coas, establecer relaciones con muchas personas, pero solo el encuentro con Jesús, en esa hora que Dios conoce, puede dar sentido pleno a nuestra vida y hacer fecundos nuestros proyectos y nuestras iniciativas".
Francisco manifestó que "cada uno de nosotros, en cuanto a ser humano, está en la búsqueda: búsqueda de la felicidad, de amor, de vida buena y plena. Dios Padre nos ha dado todo esto en su Hijo Jesús".
Y en esa búsqueda, "es fundamental el papel de un testimonio verdadero, de una persona que primero hizo el camino y se ha encontrado con el Señor".
"La vida de fe consiste en el deseo ardiente de estar con el Señor, y por tanto en una búsqueda continua del lugar donde Él habita. Estamos llamados a superar una religiosidad habitual y descontada, reavivando el encuentro con Jesús en la oración, en la meditación de la Palabra de Dios y en frecuentar los Sacramentos, para estar con Él y llevar fruto gracias a Él, a su ayuda, a su gracia", añadió.