ROMA,
Un hombre que vivía en las calles y que era conocido como el "vagabundo de Dios" falleció hace unos días en Roma, donde se ofició la Misa de exequias el 11 de enero y se recordó que a pesar de todo, "Satanás nunca pudo doblegar su espíritu".
Cesar De Vroe tenía 65 años. Murió el pasado 4 de enero en Roma, donde era atendido por las Misioneras de la Caridad. Era hijo de una prostituta belga que también padeció muchos años en las calles.
El "vagabundo de Dios", como él mismo se llamaba, se convirtió a la fe católica a los 47 años.
El corresponsal alemán de EWTN en Roma, Paul Badde, citado por el National Catholic Register, recordó que Cesar se hizo conocido en la Ciudad Eterna por su generosidad y que alguna vez él le comentó: "Aunque la gente no me crea, cada vez que doy o regalo algo, recibo lo mismo o el doble ese mismo día".
Su funeral se realizó en el Cementerio Teutónico en el Vaticano. La Eucaristía la presidió Mons. Dirk Smet, rector del Pontificio Colegio Belga.
En su homilía, Mons. Smet afirmó que "como Job terminó en el polvo, así Cesar terminó en la calle, vagabundo, sin techo. Pero había una cosa que Satanás no logró doblegar en él: su espíritu, su capacidad de reflexionar, su dignidad humana interior, su ánimo y finalmente su fe y confianza en Dios".