CIUDAD DE MÉXICO,
La Arquidiócesis de Antequera Oaxaca (México) rechazó enérgicamente las acusaciones contra Mons. José Luis Chávez Botello por el supuesto encubrimiento de abusos que diversas personas y un pequeño grupo de sacerdotes han hecho en su contra.
En los últimos días, un grupo de personas han protestado públicamente frente a la Catedral de Oaxaca pidiendo la renuncia del Arzobispo, quien recordó en una reciente conferencia de prensa que siempre ha hablado "con la verdad" sobre el caso del exsacerdote Gerardo Silvestre Hernández, que purga una condena de 16 años y 6 meses de prisión por "corrupción de menores de 18 años".
Los medios de Oaxaca indican que Silvestre proyectaba películas pornográficas a menores de edad, tomaba alcohol con ellos y abusó de "decenas de niños indígenas entre 11 y 13 años".
El caso se remonta al año 2009, cuando un grupo de sacerdotes denunció posibles actos delictivos de Silvestre. El Arzobispo inició un proceso de investigación.
En el año 2013 se entregó voluntariamente y "solicitó al Papa la exoneración de sus responsabilidades clericales". "Meses más tarde el Papa la concedió, y con ello la pérdida del estado clerical", informó la Arquidiócesis.
Sobre las acusaciones contra el Arzobispo, el apoderado legal de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca, P. Romualdo Mayrén Peláez, dijo que "jamás se pudo comprobar que el exsacerdote Gerardo Silvestre Hernández violara ni siquiera a uno, menos a medio centenar de niños", como señalan algunos medios locales.