VATICANO,
La situación en la República Democrática del Congo es cada vez más grave desde el estallido en octubre de 2017 de numerosas protestas antigubernamentales, ante la negativa del Presidente Joseph Kabila a abandonar el poder que ejerce desde el año 2001 y convocar elecciones como señala la Constitución del país.
El pasado 31 de diciembre 8 personas murieron durante la represión de las fuerzas de seguridad contra una protesta pacífica convocada por el Comité Laico de Coordinación, una organización de laicos católicos que pide la convocatoria inmediata a elecciones democráticas.
Según informó la Nunciatura Apostólica en el país, las personas fueron asesinadas por la policía en el interior de diferentes iglesias de Kinshasa, capital del Estado. Los agentes rodearon 134 parroquias y detuvo a 130 personas, entre ellas 6 sacerdotes.
En unas duras declaraciones recogidas por Ayuda a la Iglesia Necesitada, el P. Apollinaire Cibaka Cikongo, profesor en el seminario mayor de Cristo Rey, lamentó el silencio cómplice del mundo sobre las continuas violaciones contra los derechos humanos en Congo.