VATICANO,
En su catequesis de este miércoles 10 de enero durante la Audiencia General celebrada en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco reflexionó sobre la importancia del silencio en la liturgia de la celebración eucarística e invitó a los sacerdotes a cuidar esos momentos: "Recomiendo vivamente a los sacerdotes que observen este momento de silencio, que sin quererlo podemos arriesgarnos a descuidar".
El Santo Padre meditó sobre el canto del "Gloria" y la oración de la colecta en la celebración de la Misa, y se centró en el significado de los momentos de silencio.
"En la liturgia, la naturaleza del santo silencio depende del momento específico", afirmó. Explicó que, durante el acto penitencial, ese silencio ayuda al recogimiento, mientras que tras la lectura o tras la homilía el silencio llama a meditar brevemente sobre aquello que se ha escuchado. Asimismo, después de la comunión, la oración favorece la oración interior de agradecimiento.
Por otra parte, "antes de la oración inicial, el silencio ayuda a recogerse en nosotros mismos y a pensar por qué estamos ahí".
El Santo Padre destacó la importancia de escuchar nuestro ánimo y de abrirlo después al Señor: "Tal vez hemos tenido unos días de cansancio, de alegría, de dolor y queremos compartirlo con el Señor y pedir su ayuda, o pedirle que permanezca cercano a nosotros".
Puede que "queramos pedirle por familiares o amigos enfermos, o que estemos atravesando pruebas difíciles", o simplemente "pedirle por la Iglesia y por el mundo. Para eso sirve el breve silencio antes de que el sacerdote, recogiendo las intenciones de cada uno, dirija en Voz alta a Dios, en nombre de todos, la oración común que concluye los ritos de introducción, y haciendo la 'colecta' de las intenciones individuales".