El Gobierno de Donald Trump eliminó este 8 de enero el llamado Estatus de Protección Temporal (TPS) para los inmigrantes de El Salvador, un anuncio que fue lamentado por los obispos de Estados Unidos.
La decisión fue tomada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de la administración Trump.
El TPS es un programa temporal, renovable y autorizado que permite a los migrantes quedarse y trabajar legalmente en Estados Unidos durante un periodo en el que resulta inseguro, para los salvadoreños en este caso, volver a su país.
La gran mayoría de beneficiarios del TPS en Estados Unidos son salvadoreños. Actualmente son alrededor de 200 mil. Los inmigrantes recibieron esa ayuda en el año 2001 tras el terremoto que golpeó al país centroamericano.
La decisión establece que los beneficiarios del TPS tendrán un año y medio para preparar su salida, hasta el 9 de septiembre de 2019.
Al respecto, el Presidente del Comité de Migración del Episcopado estadounidense, Mons. Joe. S. Vásquez, afirmó que la decisión de poner fin al TPS "es muy dolorosa".