BAGDAD,
Con el apoyo de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), las Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena lograron restaurar su convento, que fue destruido por el Estado Islámico en Irak, y hoy reciben a cientos de niños desplazados por la guerra.
"Intentamos ayudar a los niños dándoles paz: en nuestro convento les ofrecemos un lugar seguro", dijo a finales de diciembre a ACN la Hermana Ilham.
Desde mayo de 2017, ACN se encargó de subvencionar con 45.000 euros (54.300 dólares, aproximadamente) la restauración del convento de Nuestra Señora del Rosario ubicado en Teleskuf, al norte de la Llanura de Nínive, a algo más de 30 kilómetros al norte de Mosul.
"He trabajado de siete de la mañana a siete de la tarde para que el convento esté listo para los niños. Ofrecemos atención durante el día a niños de tres, cuatro y cinco años".
La religiosa explicó que "de las ocho de la mañana hasta la una del mediodía atendemos a unos 150 niños de edades comprendidas entre los seis y los 12 años, y de cinco a siete de la tarde acogemos a niños de 12 años en adelante".
La Hermana Ilham, de 57 años, trabajaba en una iglesia de Mosul cuando el rápido avance del Estado Islámico la obligó a ella y a su comunidad a huir. Sin embargo, tras la caída del grupo terrorista musulmán, regresó y hoy ayuda a los desplazados de Teleskuf.