El grupo laicista Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) está presionando al gobierno de Estados Unidos para que dos adolescentes inmigrantes ilegales, a quienes representan, obtengan un aborto. Sin embargo, la administración del Presidente Donald Trump decidió llevar el caso a la Corte Suprema para que se respete la política federal.
Como informó Associated Press, la jueza federal de Washington D.C. Tanya Chutkan dictaminó, el 18 de diciembre de 2017, que las dos adolescentes indocumentadas –identificadas como Jane Poe y Jane Roe– que permanecen bajo custodia en albergues financiados con fondos federales, tienen el "derecho" a un aborto sin que la administración del Presidente Donald Trump pueda interferir.
Ambas adolescentes solicitaron realizarse un aborto en el mes de diciembre.
Su caso fue tomado por ACLU, que decidió agregar la petición a una demanda que fue presentada en octubre pasado de otra adolescente en Texas, Jane Doe, a quien se ayudó a obtener un aborto, pero que luego, según precisa Live Action, decidió buscar un tratamiento de salud mental.
Jane Poe, Jane Roe y Jane Poe son seudónimos con los que las autoridades judiciales protegen las identidades de las involucradas.
El caso de Jane Doe aún se encuentra pendiente en la Corte Federal, a pesar de haber efectuado el aborto, debido a que el Departamento de Justicia de Estados Unidos espera que se anule la decisión y se evite que más adolescentes inmigrantes aborten.