VATICANO,
El Papa Francisco subrayó la función de María como Madre: "se sitúa entre su Hijo Jesús y los hombres en la realidad de sus privaciones, sus indigencias y sus sufrimientos. Intercede, consciente de que como madre puede y debe hacer presente al Hijo las necesidades de los hombres, especialmente de los más débiles y necesitados".
Antes de rezar el primer Ángelus del año 2018, este lunes 1 de enero en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Santo Padre recordó que "sobre la primera página del calendario del nuevo año que el Señor nos regala, la Iglesia pone, como una estupenda miniatura, la solemnidad litúrgica de Santa María Madre de Dios".
"En este primer día del año solar, fijamos la mirada sobre ella para retomar, bajo su maternal protección, el largo camino por los senderos del tiempo".
"El Evangelio de hoy nos lleva de nuevo hacia el portal de Belén", señaló el Santo Padre. "Los pastores llegaron y se encontraron a María, José y al Niño y cuentan el anuncio que les hizo el ángel, que aquel recién nacido era el Salvador".
En este contexto, "la Virgen nos hace comprender cómo debe acogerse el evento de la Navidad: no superficialmente, sino en el corazón. Nos indica el verdadero modo de recibir el regalo de Dios: conservarlo en el corazón y meditarlo".
"Es una invitación dirigida a cada uno de nosotros para rezar contemplando y disfrutando de este regalo que el mismo Jesús nos da".