VATICANO,
En la homilía de las Vísperas de la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, el Papa Francisco reflexionó sobre el sentido de plenitud de esta Solemnidad que se celebra el 1 de enero.
"Jesucristo, Verbo hecho carne, ha dado plenitud al tiempo del mundo y a la historia humana", dijo el Santo Padre ante los fieles congregados este domingo 31 de diciembre en la Basílica de San Pedro, para explicar por qué "esta celebración vespertina respira la atmósfera de la plenitud del tiempo".
Francisco señaló que "la primera en experimentar este sentido de plenitud entregada en la presencia de Jesús fue la mujer de la cual nació: la Madre del Hijo encarnado, Theotokos, la Madre de Dios. Por medio de ella llegó la plenitud de los tiempos: por medio de su corazón humilde y pleno de fe, por medio de su carne toda impregnada del Espíritu Santo".
También la Iglesia debe a María su plenitud: "De ella la Iglesia ha heredado, y continúa heredando, esta percepción interior de la plenitud, que alimenta un sentido de gratitud como única respuesta humana digna del don inmenso de Dios".
Se trata de "una gratitud conmovedora que, partiendo de la contemplación de aquel Niño envuelto en pañales y depositado en un pesebre, se extiende a todo y a todos, al mundo entero. Es una gracia que refleja la Gracia; no viene de nosotros, sino de Él; no procede de mí, sino de Dios, y abarca al 'yo' y al 'nosotros'".
Además, el Papa también invitó a que, "en esta atmósfera creada por el Espíritu Santo, elevemos a Dios una acción de gracias por el año que llega ahora a término, reconociendo que todo el bien es don suyo".