VATICANO,
Al recibir este 29 de diciembre a los miembros de la Asociación Teológica Italiana, el Papa Francisco señaló que se necesita una teología que ayude a mostrar el rostro salvífico de Dios, sobre todo ante los desafíos como el relativismo teórico y práctico.
"Se necesita una teología que ayude a todos los cristianos a anunciar y mostrar, sobre todo, el rostro salvífico de Dios, el Dios misericordioso, en especial ante algunos desafíos inéditos que involucran hoy a la humanidad: como el de la crisis ecológica, el desarrollo de las neurociencias o de las técnicas que pueden modificar al hombre; como el desafío de las cada vez más grandes desigualdades sociales o de las migraciones de pueblos enteros; como el del relativismo teórico, pero también el del relativismo práctico", afirmó el Pontífice.
El Santo Padre indicó que por ello se necesita una teología que, como en la mejor tradición de la Asociación Teológica Italiana, esté formada por cristianos que no hablen solo entre ellos mismos, sino que sepan estar al servicio de la Iglesia.
En ese sentido, expresó su complacencia al "saber que tantas veces y de distintas formas, aun recientemente, ya lo han hecho: afrontando explícitamente el tema del anuncio del Evangelio y de la forma Ecclesiae, de la sinodalidad, de la presencia eclesial en contexto de laicidad y democracia, del poder en la Iglesia". "Espero, por lo tanto, que vuestras investigaciones puedan fecundar y enriquecer a todo el pueblo de Dios", alentó.
En otro momento, Francisco recordó que "todo pensamiento teológico cristiano no puede no comenzar siempre e incesantemente desde aquí", desde la contemplación del nacimiento de Cristo, "en una reflexión que nunca extinguirá el manantial vivo del Amor divino, que se ha dejado tocar, mirar y saborear en la gruta de Belén".
Además, reiteró su llamado a no perder nunca la capacidad del "estupor que nos lleva a Cristo, el encuentro con Cristo". "El teólogo estudia, piensa, reflexiona, pero lo hace de rodillas", afirmó el Papa, y recordó que es importante "hacer teología 'en' la Iglesia, es decir 'en' el santo pueblo fiel de Dios, que tiene con una palabra que no es teológica el 'olfato de la fe'".