BUENOS AIRES,
Algunas de las familias sirias que hace un año llegaron como refugiados desde Alepo, a la provincia de San Luis (Argentina) finalmente pudieron celebrar en paz y esperanza la Navidad.
Las familias festejaron la Nochebuena en la parroquia San Roque y luego compartieron una cena acompañados del Obispo de San Luis, Mons. Pedro Martínez Perea.
Hace un año estas familias sirias celebraron la Navidad en la Catedral Alepo, destrozada por los combates entre las fuerzas del gobierno sirio y los grupos yihadistas y rebeldes que se disputaban el control de la ciudad.
Esta vez el escenario fue distinto y también fue ocasión para dar la bienvenida a otros refugiados llegados hace pocas semanas, todos huyendo del horror de la guerra y la persecución religiosa.
"Estamos felices. Es nuestra primera Navidad aquí y la estamos pasando muy bien. A nosotros nos encanta San Luis, ya somos puntanos", dijo Majd, refugiado sirio de profesión chef, en declaraciones al diario local La República.