MADRID,
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a un año de prisión impuesta por la Audiencia Provincial de Baleares (España), por un delito contra la libertad religiosa, a cada uno de los cinco jóvenes que interrumpieron una Misa en la iglesia de Sant Miquel, en 2014, en una protesta contra la reforma de la ley del aborto.
El domingo 9 febrero de 2014 un grupo de 30 personas entró en la iglesia mientras se celebraba una Misa. Una vez dentro, avanzaron por el pasillo gritando al unísono y repetidamente "aborto libre y gratuito" y "fuera los rosarios de nuestros ovarios".
El personal de la iglesia y los feligreses formaron una barrera y extendiendo los brazos y las manos, consiguieron hacer retroceder hasta la salida al grupo que continuó gritando sus consignas. Una vez desalojados los acusados y el resto de manifestantes, se reanudó la Misa.
El Tribunal Supremo ha desestimado los recursos de casación interpuestos por los cinco acusados
La Sala ha analizado si se dan los requisitos del delito recogido en el artículo 523 del Código Penal (contra la libertad religiosa) que establece que quienes, "con violencia, amenaza, tumulto o vías de hecho, impidiere, interrumpiere o perturbare los actos, funciones, ceremonias o manifestaciones de las confesiones religiosas, será castigado con la pena de prisión de seis meses a seis años, si el hecho se ha cometido en lugar destinado al culto".
En este caso, el tribunal ha concluido que existió la interrupción de un acto religioso, de una ceremonia propia y característica del culto católico en un día de precepto, de especial importancia para esa confesión religiosa.